MUNDO BALONMANO

Vamos a ir publicando una serie de artículos  sobre las lesiones del jugador de Balonmano,  cómo curarlas y cómo evitarlas.

Las lesiones del jugador de Balonmano más corrientes (aparte de los golpes y las contusiones normales que se sufren durante un partido y que, aunque suelen ser muy dolorosas en el momento de producirse, la mayoría se curan con bastante facilidad) son aquellas que tienen que ver con las articulaciones y los ligamentos, aunque también hay roturas y fracturas más complicadas, como en todos los deportes de contacto. Algunas de estas lesiones son fáciles de curar, sobre todo las luxaciones y las distensiones leves, pero otras no lo son tanto y algunas hasta requieren intervención quirúrgica.

Desde mundobalonmano.com vamos a tratar, mediante una serie de artículos, de exponerte cuales son las lesiones más habituales, como evitarlas y su tratamiento. Así, por ejemplo, vamos a hablar de las distensiones musculares, de las luxaciones de tobillo, de las lesiones de rodilla (como las lesiones de menisco o la famosa “Triada“) o de la fractura de la pierna o brazo, por citar algunas de ellas.

Empezaremos con la distensión muscular:

1.- La distensión muscular.

También conocido popularmente como “tirón” y que consiste en una distensión de una fibra muscular que, si no se cura bien, puede llegar a convertirse en desgarro muscular o en ruptura,  suele producirse de forma brusca al realizar un esfuerzo con un estiramiento excesivo del músculo.

Cuando el jugador se produce este tipo de lesión, le es totalmente imposible el seguir jugando y en ese momento hay que parar (pues, darle un masaje en la zona afectada para que pueda continuar jugando el partido, solo puede agravar la lesión y eso no conviene al jugador); y después, rápidamente, debemos ponerle agua fría o helada en la zona afectada, con el objetivo de que el derrame de sangre sea el mínimo posible y para que la recuperación sea mejor y más rápida; también se le puede poner una compresa apretada, lo cual también reducirá el alcance de la lesión y el tiempo de curación.

Algunos días más tarde aplicaremos calor a la zona afectada (aire caliente, compresas con agua caliente, pomadas antiinflamatorias y que dan calor a la zona) esto ayudará a restablecer el músculo y, a medida que se vayan soldando las fibras rotas, el jugador lesionada deberá ir estirando el musculo afectado, poco a poco, para que  la fibra vaya recuperando toda su extensión de forma lenta y progresiva, ya que, en caso de no hacerlo así, correremos el riesgo de que la rotura vuelva a producirse en el mismo sitio y que prolonguemos con ello el tiempo de baja innecesariamente.

En tanto que el jugador no recupere la capacidad de volver a estirar la pierna o el brazo o el músculo afectado al completo y sin dolor alguno, es recomendable que el jugador guarde reposo completo y que no vuelva a los entrenamientos hasta que esté totalmente recuperado, de lo contrario, como hemos dicho anteriormente, podría agravarse la lesión y hasta volverse crónica.