MUNDO BALONMANO

La selección española de balonmano femenino se ha clasificado brillantemente para la segunda fase del mundial de balonmano femenino de Francia tras vencer por 36-29 a una selección japonesa que ha hecho sudar -y cómo- a las chicas de Jorge Dueñas.

Mañana buscará la primera plaza de grupo contra Hungría. En la práctica, ese partido únicamente decidirá quién de los dos pasa a la Segunda Fase con 2 puntos.

Pese a lo que pueda parecer por el resultado, la selección de Japón ha puesto en serias dificultades al equipo español, que no conseguía parar los lanzamientos de su primera línea Hayafume, un verdadero tormento desde cualquier posición exterior.

Tras unos primeros minutos de tanteo, las niponas se hacían con el mando en el marcador gracias a su dinamismo, su velocidad y también a ciertos fallos en ataque de España. Las nuestras tenían claro sus planteamientos, tanto en ataque como en defensa, pero fallaban en la ejecución y eso les hacía verse por detrás en el partido.

Tras el descanso, al que se llegaba 17:15, con ventaja de 2 goles para Japón, España sí ha aparecido mejor en la pista, y ha dosificado mejor sus fuerzas. Este aspecto ha matado a Japón, que víctima de su propia medicina, ha desaparecido literalmente de la pista cuando España le ha dado la vuelta al marcardor, cayendo en un sinfín de pérdidas de balón y lanzamientos errados, fruto más de la pura asfixia que de otra cosa. Le faltaban piernas a las japonesas y le sobraban a las españolas, que en esos momentos claves se ha gustado y a puesto tierra de por medio para llevarse el partido holgadamente.

Ha dejado buenas sensaciones España, sin ninguna duda: ha sabido sufrir, ha defendido fuerte, atacado con cabeza y decisión, y mañana frente a Hungría (20:3o, directo Teledeporte) debe dar un zarpazo más de cara a conseguir esa clasificación para los torneos preolímpicos.