MUNDO BALONMANO

Polonia ganó por primera vez la Supercopa. El vigente subcampeón del mundo ganó el domingo la final en Dortmund contra el campeón de la competición, Suecia por 27-26 (14-15 al descanso) y demostró, pese a que las grandes potencias del continente como España, Francia, Croacia o Dinamarca no estaban presentes, su segundo puesto en el pasado mundial no es fruto de la casualidad. Bogdan Wenta, seleccionador polaco, puede estar orgulloso del juego y de los resultados de su combinado.

Mariusz Jurasik fue el auténtico héroe del partido al anotar a seis segundos del pitido final el gol decisivo que dejaba el partido con el marcador de 27-26 para los polacos.

El premio para el mejor anotador en el Westfalenhalle Arena fue para Karol Bielecki que anotó seis veces, por parte Sueca destacó Oscar Carlen, que anotó cinco. El partido se disputó ante 7.100 espectadores, que aunque no pudieron animar a su país, Alemania, como sería su deseo, vivieron un estupendo espectáculo de balonmano, ya que ambos conjuntos dieron lo mejor de sí mismos en un choque igualadísimo.

Polonia, que ya había ganado el primer partido contra Suecia en la ronda previa, anotó cuatro tantos consecutivos en los últimos minutos para darle la vuelta a un partido que los suecos tenían bastante a favor y conseguir la victoria.

Polonia: Szmal, Weiner; Orzlowski, Kuchczynski (2), Jachlewski (4/1), Tkaczyk (5), Bielecki (6), Siodmiak (1), Jaszka, Wleklak (1), Bartosz Jurecki (3), Michal Jurecki, Jurasik (4), Kuptel, Tluczynski, Marcin Lijewski (1)
Suecia: Svensson, Beutler, Sandström; Boquist (4), Linders, Lundström (3), Jakobsson, Källman (3), Carlen (5), Pettersson, Lennartsson (1), Lindahl (1), Ahlm (1), Arrhenius (4), Larholm (4), Karlsson

Parciales
2:4, 4:4 5:7 7:7 8:8 10:9 12:13 14:15
14:19 18:22 23:22 23:26 26:26 27:26