MUNDO BALONMANO

En un torneo en el que tenía poco que ganar y mucho que perder, el Ciudad Real se ha convertido sobre el papel, en el mejor equipo del mundo, tras vencer al anfitrión Al-Ahly por 28 goles a 29 en un encuentro muy igualado. Con varios de sus jugadores imposibilitados por gastroenteritis, Rutenka fue el máximo jugador del partido y del torneo y fue una de las piezas cruciales junto con Sterbik para que el Ciudad Real saliera campeón.

Decimos que tenía poco que ganar porque el nivel de los equipos inscritos no era demasiado alto, y el Ciudad Real se veía -con mucha diferencia- en el papel de favorito para hacerse con el Campeonato, por tanto, todo el mundo esperaba que se consiguiera.

Decimos que tenía mucho que perder porque de no hacerse con el trofeo quedaría en una posición poco menos que deshonrosa, además de alguna lesión imprevista o algún elemento con el que no se contara.

Y ese elemento llegó. Se llama Alslahji y es portero. Por una tangana en la que estaban implicados otros jugadores Talant y Alslahji se las tuvieron tiesas y ambos acabaron expulsados.

Con lo que no se contaba es que con que el Comité Técnico de la IHF tomó la decisión de suspender al entrenador-jugador español por un año y castigar con otra pena de seis meses al argelino por su actitud durante el encuentro. El Comité tomó la decisión de la suspensión por la actitud vergonzosa de los jugadores.

Por lo tanto, el Ciudad Real se trae para España un trofeo que más o menos no tenía mas remedio que ganar una sanción con la que no contaba y que le va a obligar a replantearse de alguna manera la temporada que viene, en la que Talant podría haberse planteado jugar de nuevo, pero que con la sanción pone su segunda retirada demasiado cerca.