MUNDO BALONMANO

El laboratorio del Consejo Superior de Deportes realizó ayer por la mañana las pruebas del contraanálisis al jugador del Ademar Viran Morros dentro del polémico caso de positivo detectado durante la disputa de la Copa Asobal en León en el mes de diciembre.

Desde el CSD apuntaban ayer que ellos no son quienes deben hacer público el resultado de la muestra analizada ni de establecer una sanción para ningún positivo que se detecte, pero confirmaban que el resultado del contraanálisis ya se ha comunicado a la Federación Española de Balonmano y ahora es el Comité de Competición quien debe decir si es negativa o positiva y, en su caso, la sanción que le impone al deportista.

Tanto el Ademar como el jugador catalán optaron ayer por guardar silencio sobre el caso, al igual que la propia Federación Española de Balonmano, lo cual no despeja demasiado las dudas que planean sobre el caso, sino más bien todo lo contrario.

Si finalmente se comprueba el positivo el Consejo Superior de Deportes podría optar por dar carpetazo al caso o por imponer una sanción al jugador que en principio podría alcanzar los dos años apartado de la competición.

De confirmarse un positivo que hay que poner entre interrogantes con los precedentes tan próximos que hay, expertos en justicia deportiva aseguran que no sería complicado ganar el caso en los tribunales ordinarios por la duda razonable que se podría despertar acerca de la corrección de un proceso de almacenamiento y análisis como éste en el que los códigos de las muestras y los expedientes estaban cruzados.

Viran acaba contrato en junio y se ha comprometido con el Ciudad Real, un club que sigue el proceso con suma atención, por si tuviera que tomar cartas en el asunto y finalmente hubiera una sanción contra el jugador, cosa que desde luego no esperamos ni deseamos.