MUNDO BALONMANO

Rubén Garabaya, que tendrá que permanecer de baja durante dos semanas a causa de una fractura en los huesos propios de la nariz, que se produjo el domingo en el partido ante el Portland, afirmó que “el defensa fue a lesionarme a propósito”. Y es que Lars Jorgensen golpeó al pivote del Valladolid “con una fuerza brutal”, según reconoció el jefe de los servicios médicos del club vallisoletano, Fernando Baró, “porque es muy difícil romper una nariz que ha sido intervenida y que ya estaba soldada hace 40 días”. 

Rubén Garabaya se fracturó la nariz el pasado 26 de diciembre tras recibir un golpe de Salva Puig durante el entrenamiento con la selección española, antes del Mundial de Alemania, y fue intervenido quirúrgicamente al día siguiente en la Clínica Virgen de La Salud de Valladolid, aunque pudo incorporarse al trabajo con el equipo nacional el 8 de enero y disputar el campeonato.

En esta ocasión, la fractura es “estable”, tal y como aseguró Baró “y no necesitará ser operada, ya que pudo ser reducida en el momento de producirse, pero ahora hay que tomarse las cosas con calma y, en principio, Garabaya tendrá que permanecer de baja durante dos semanas”, añadió.

El jugador opinaba de esta forma el mismo día del partido, «Lo hizo a mala fe. La verdad que no tiene nada que ver con la otra vez, lo bueno es que al tener el tabique ya roto ahora es más flexible, pero si no con la fuerza que me dio el golpe no sé lo que hubiera pasado». Ni se inmutó el danés, por el que Garabaya sigue esperando recibir una disculpa.

Efectivamente, el internacional danés fue quien golpeó la nariz de Garabaya y provocó su segunda lesión del año. El croata Dominikovic es el que tiene la fama de duro en la defensa antoniana, pero no fue él.

Rubén este lunes se encontraba ya mucho más tranquilo, pero aún se mostró “indignado” por la actuación arbitral que sufrió el BM Valladolid “porque en el caso de la jugada en que me rompieron la nariz, el defensor debía haber sido excluido dos minutos y no hubo ninguna sanción ni en esa, ni en otras muchas jugadas”, analizó.

“Me parece increíble que se sancionara al Valladolid por acciones que no eran meritorias de castigo y que, sin embargo, al Portland, se le perdonara tanto, y más cuando los golpes se daban adrede, pero habrá que adaptarse a esta nueva forma de arbitrar, en la que se favorece claramente la dureza defensiva, y cambiar la forma de jugar”, añadió Garabaya.

Durante esta semana, Garabaya seguirá preparándose físicamente en el gimnasio y se le realizarán trabajos de regeneración y potenciación de la zona para que pueda estar a disposición del técnico del equipo, Juan Carlos Pastor, en el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Gummersbach alemán, todo un hito para el equipo de Pucela.