MUNDO BALONMANO

El guardameta David Barrufet, de 37 años, ha anunciado que no intervendrá más con la selección española de balonmano después de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, lo que dejaría un importante hueco por cubrir en el equipo nacional que podría ocupar el serbio de origen húngaro Arpad Sterbik.

El proyecto parece complejo, pero puede ser sencillo, siempre que Sterbik, de 28 años, en las filas del Ciudad Real y mejor jugador del mundo en 2005 por la IHF, adopte la nacionalidad española, acepte después una posible oferta de la Federación Española y rechace competir con la selección de Serbia.

Para el primero de los supuestos el Ciudad Real ya se ha puesto marcha para conseguir la nacionalización de su guardameta. Sterbik parece dispuesto a jurar la Constitución española.

El guardameta posee también pasaporte húngaro, por lo que no ocupa plaza de extranjero en el Ciudad Real. Sterbik, nacido en la localidad serbia de Senta, pertenece a la minoría húngara en Serbia y firmó el pasaporte magiar en su anterior etapa en el club del Veszprem.

Seguidamente, la Federación Española movería ficha para intentar conseguir los servicios de Sterbik (2 metros y 119 kilos). Una situación que ya se ha producido anteriormente con otros jugadores como Andrei Chepkin, el pivote ucraniano ya retirado, Talant Dujshebaev, nacido en Kirguizistán, y los cubanos Rolando Uríos y Julio Fis.

El tercer capítulo está supeditado a la decisión de Sterbik de no competir más con Serbia. Una circunstancia hace pocos meses impensable, pero que debido a los últimos acontecimientos se ha provocado un cambio radical.

Actualmente, el desencuentro entre los directivos de la Federación Serbia de Balonmano y el seleccionador nacional Veselin Vujovic con Sterbik es total.

El problema surgió a raíz de las declaraciones de Sterbik, que reveló un posible amaño en un partido del Europeo de Suiza de 2006 que enfrentó a Serbia y Croacia.

Los medios serbios se hicieron eco de la posible sugerencia de Veselin Vujovic, seleccionador serbio, de dejarse ganar ante Croacia. Según el portero Arpad Sterbik, el seleccionador les comentó en el vestuario que “sería conveniente perder ante Croacia, ya que tarde o temprano nos devolverían el favor”.

El guardameta también indicó entonces que dos directivos de la Federación Serbia, Micovic y Radojicic, concretamente, recordaron a los jugadores que “el partido no les significaba nada, mientras que los croatas necesitaban como mínimo empatar”.

Finalmente, Croacia ganó el partido ante una Serbia y Montenegro ya eliminada y se clasificó para los semifinales, que posteriormente perdería contra Francia, ésta al final la campeona continental.

La desavenencias entre Sterbik y la Federación Serbia tuvieron un último episodio recientemente, pues el guardameta rechazó la última llamada de su selección para disputar algunos encuentros amistosos contra equipos nacionales en fase de preparación para el Mundial de Alemania. Serbia no logró clasificarse para esta cita mundialista recién concluida.

Hungría intentó, sin éxito, convencer a Sterbik para defender la portería húngara en este último Mundial. Pero quizá una oferta de la Federación Española sería mejor vista por el cancerbero afincado en Cuidad Real desde junio de 2004.

Barrufet, que se convirtió tras el Mundial en el jugador que más veces ha vestido la camiseta nacional (247 veces), cumpliría su último partido oficial con la selección española en los Juegos de Pekín. Ese es el propósito del guardameta catalán, que tendría entonces 38 años y ceñiría posteriormente su actividad profesional a las competiciones de clubes.

Sterbik sería, pues, el relevo de Barrufet en la selección y completaría el tándem bajo palos con José Javier Hombrados, ambos la dupla actual del Ciudad Real. Sobre el papel, una muy buena idea para el futuro de la selección, que no obstante desplazaría a José Manuel Sierra -tercer portero-.