MUNDO BALONMANO

          Vs.           

Las semifinales Francia-Alemania (17.30 horas) y Dinamarca-Polonia (20.00) dictaminarán este jueves si los favoritos, galos y daneses, son capaces de superar a la selección anfitriona y a la revelación de esta edición del Mundial.

Tan sólo la potente selección francesa, vigente campeona de Europa, parece en disposición de poder frenar a un cada vez más lanzado equipo alemán, que no parece dispuesto a dejar pasar la oportunidad de alzarse ante sus aficionados con un título mundial que se le resiste desde 1978.

La euforia desatada en las gradas del Kolnarena, completamente abarrotadas por casi 19.000 espectadores, tras el triunfo del cuadro teutón (25-27) sobre España, habla de la pasión de los alemanes por un deporte al que vieron nacer, pero que en cuanto a títulos les ha dado la espalda desde hace tiempo.

Las derrotas en las finales del Europeo de Suecia 2002, el Mundial de Portugal 2003 y los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, tan sólo compensadas por el título logrado en el Campeonato de Europa de Eslovenia 2004, hablan de la necesidad de triunfo de un país que ya no se conforma tan sólo con tener una de las ligas más potentes del Mundo.

Seguidores, medios de comunicación, patrocinadores y todos cuantos se mueven entorno al poderoso balonmano alemán exigen un oro, que parece más cerca que nunca para los de Heiner Brand, tal y como se comprobó con el polémico arbitraje que los colegiados noruegos Abrahamsen y Kristiansen realizaron en el choque con España de cuartos de final.

El arbitraje quizá debiera ser la única preocupación de los pupilos de Claude Onesta, ya en principio el conjunto francés parece superior al alemán, aunque los teutones se impusiesen a Francia en la segunda fase.

No obstante, la solidez de la defensa francesa, que el martes dejó en tan sólo 18 goles a Croacia, vigente campeona olímpica, y el buen momento de forma que parece atravesar figuras como el central Nikola Karabatic, el portero Thierry Omeyer, espectacular ante los balcánicos, y el extremo derecho Luc Abalo, hacen de los franceses los claros favoritos.