MUNDO BALONMANO

En estos campeonatos, se dice que siempre hay un partido raro, feo, que va a la contra de lo que has hecho hasta ese momento. Bueno, pues la selección española ya ha tenido su partido tonto.

Ha sido contra Dinamarca. Hemos perdido 27-23 contra una buena selección, rocosa desde la portería, donde el gran Kasper Hvidt ha estado inmenso, rápida e incisiva en su juego, que nos ha atacado en todos los puntos débiles que les hemos dejado, y han sido muchos.

Desde un principio se ha visto que España no mandaba, estaba detrás en el marcador y en el juego, le costaba entrar en el partido, perdía balones, no acababa las jugadas… una pena, vamos. Y todo el partido ha sido así. Una diferencia de entre 3 y 4 goles que los daneses han colocado al principio del partido y se han ocupado de mantener. Tan sólo después del descanso ha habido un arreón de casta de los nuestros que nos ha llevado a ponernos a un gol, y otra reacción a falta de diez minutos, pero esta de un solo hombre: Jota Hombrados, que parecía ser el único empeñado en no perder el partido.

El resto de sus compañeros no han estado demasiado a la altura. Chema ha perdido balones a pares, los zurdos no han estado en el partido en ningún momento, Iker y Alberto han aparecido sólo a ratos… ni siquiera Uríos parecía el mismo de otros días, ya que fallaba en la línea de 6 metros, aunque se ha fajado como siempre contra la defensa.

En fin, España ha perdido la condición de invicta en este Mundial, pero no ha perdido ni un ápice de posibilidades de meterse en cuartos. Ganando el sábado a Hungría a las 18:15, estaremos en las rondas finales. A ver si es con otra imagen.