MUNDO BALONMANO

¡¡Señoras y Señores, su majestad el balonmano!! Esta tarde se ha iniciado el mayor espectáculo del mundo del balonmano, con el pistoletazo inicial del partido de presentación entre Alemania y Brasil.

Alemania debutó en el Mundial de Balonmano con una victoria de 27-22 ante Brasil, pero con un juego que hizo que quedasen muchas dudas con respecto a las posibilidades de los locales cuando se encuentren con rivales de mayor envergadura.

Brasil empezó jugando de forma temerosa y en su primer avance el árbitro estuvo a punto de sancionar juego pasivo y sólo el gesto de amenaza del juez llevó a que Pachecho lanzara desde lejos para abrir el marcador. El gol de Pacheco pareció mostrarle a Brasil que, pese al claro favoritismo que Alemania tenía sobre el papel, era posible ofrecer más resistencia de la que se esperaba y tuvieron una fase en la que controlaron el partido. Brasil jugaba con cierta lentitud, demorando en lo posible sus avances como si temiese los rápidos contragolpes germanos, pero a la hora de lanzar a puerta contaba con fortuna y hasta un momento en que pudo pensarse que los sudamericanos habían logrado imponer el libreto del partido.

Los alemanes trataban de ponerle velocidad al compromiso pero el nerviosismo, propio del primer partido de un mundial en casa, los traicionaba y los lanzamientos fallidos estuvieron multiplicándose. Los brasileños, además, hacían bien las cosas atrás, con un planteamiento defensivo bastante agresivo y con el pequeño meta Santos sorprendiendo a los alemanes con buenas paradas.

El hecho es cuando habían pasado diez minutos Brasil, contra todos los pronósticos iba ganando por 5-3 y Alemania sólo encontró la fórmula para darle la vuelta al partido después de que el seleccionador Heiner Brandt pidieran un tiempo y le diera nuevas instrucciones a sus jugadores.

La clave para remontar era jugar con menos precipitación y Alemania lo entendió así y logró igualar el partido 5-5, ayudado sin duda por una sanción de 2 minutos a Oliveira que hizo que Brasil estuviera en inferioridad numérica en un momento clave del partido.

En el minuto 15 un gol de Florian Kehrmann puso a Alemania a ganar por 6-5 y a partir de ese momento los alemanes no volvieron a dejar la delantera aunque no lograron imponer plenamente su autoridad ante un Brasil que se negaba a resignarse a su presunto papel de víctima. Aunque los alemanes llegaron a acumular una victoria de cuatro goles ya en la primera parte esta terminó sólo con dos tantos de ventaja para los locales y con un marcador de 12-10.

En la segunda parte Alemania logró que el partido se jugara a mayor velocidad, lo que favorecía su estilo, pero su ventaja sólo fue aumentando de manera muy lenta -durante muchos tiempo osciló entre los dos y cuatro goles- y sin lograr desprenderse definitivamente de Brasil.

Sólo en el último instante, con un lanzamiento desde lejos de Pacal Hens, Alemania logró aumentar su ventaja a cinco goles pero ésta no alcanza para borrar las dificultades por las que pasó ante Brasil.